La poesía visionaria de Juan Larrea
last edited: Thu, 27 Apr 2017 10:40:34 +0200
De la la literatura de este poeta vasco, que escribió en francés y en español y que conocemos sobre todo gracias a su amigo y mentor Gerardo Diego, dice Andrés Morales:

En una apretada síntesis, este fue Juan Larrea:
Y ahora, una selección personal de sus versos:
ALBA DE NO ENTENDER NADA
El horizonte salta a los ojos de su amor
arrastrando consigo la esperanza de sobrevivirse
en este olvido sonrosado de carne y de sí mismo
se está lejos de ser puro
en mi vida te veo
desleída inasible
los brazos se buscan los brazos se alargan
imaginarios
desde una a otra orilla de la llama
Quisieran matarme
pensando volver a verte
no hallarían de ti más que la esperanza de estar desnudo
EL CORAZÓN VIENE A ENCALLARSE EN SU FORMA HABITUAL
La transparencia viaja a lo largo de sus brazos
la transparencia prolonga una vida sin amargura
es en el lecho de su lago
un pedazo de ella misma de ella misma rodeada
centellear de las sombras alud inimitable
el ámbar desnudo de la vida ya no ofrece resistencia
(Una mirada nos separa
un día hermoso nos enluta
porque edificas tu casa
con todo lo que de mí mismo ignoro)
Traducción del francés de Carlos Barral
EL MAR EN PERSONA
He aquí el mar alzado en un abrir y cerrar de ojos de pastor
He aquí el mar sin sueño como un gran miedo de tréboles en flor
y en postura de tierra sumisa al parecer
Ya se van con sus lanas de evidencia su nube y su labor
A la sombra de un olmo nunca hay tiempo que perder
Crédula exquisita la oscuridad sale a mi encuentro
Mi frente abriga la corteza del pan que llevo adentro
cortado a pico sobre un pájaro inseguro
Y así me alejo bajo la acción del piano
que me cose a las plantas precursoras del mar
Un ciervo de otoño baja a lamer la luna de tu mano
Y ahora a mi orilla el mundo se empieza a desnudar
para morirse de árboles al fondo de mis ojos.
Mis cabellos se llenan de peces de penumbra
y de esqueletos de navíos forzosos
Sin ir más lejos
tú eres fría como el hacha que derriba el silencio
en la lucha entre el paisaje y su golpe de vista
Mas cuando el cielo exporta sus célebres pianistas
y la lluvia el olor de mi persona
cómo tu hermoso corazón se traiciona
ESPINAS CUANDO NIEVA
Suéñame suéñame aprisa estrella de tierra
cultivada por mis párpados cógeme por mis asas de sombra
alócame de alas de mármol ardiendo estrella estrella entre mis cenizas
Poder poder al fin hallar bajo mi sonrisa la estatua
de una tarde de sol los gestos a flor de agua
los ojos a flor de invierno
Tú que en la alcoba del viento estás velando
la inocencia de depender de la hermosura volandera
que se traiciona en el ardor con que las hojas se vuelven hacia el pecho mas débil
Tú que asumes luz y abismo al borde esta carne
que cae hasta mis pies como una viveza herida
Tú que en selvas de error andas perdida
Supón que en mi silencio vive una oscura rosa sin salida y sin lucha
RAZÓN
Sucesión de sonidos elocuentes movidos a resplandor, poema
es esto
y esto
y esto
Y esto que llega a mí en calidad de inocencia hoy,
que existe
porque existo
y porque el mundo existe
y porque los tres podemos dejar correctamente de existir.
#poesía #literatura #Juan Larrea
La búsqueda poética de Juan Larrea no puede resumirse como un problema estrictamente literario. Su ansia de comprensión del mundo y su necesidad de libertad logran en la poesía un marco adecuado durante una época de su vida. Desde el creacionismo hasta sus hallazgos personales, ya sea en la propia corriente huidobreana [por Vicente Huidobro] como en la poesía escrita a instancias de su experiencia personal, la posición de Larrea es prácticamente la misma. Fundamentalmente prevalece su inquietud renovadora –muchas veces lejos de las modas, del ultraísmo, de las veleidades y prebendas- pero con la clara intención de conseguir una postura filosófica en torno a la existencia que, tal vez, hace que abandone la poesía como método de indagación y le aproxime al ensayo como medio de interpretación más objetivo y, a su vez, más totalizador

En una apretada síntesis, este fue Juan Larrea:
(Bilbao, 1895 - Córdoba, 1980) Poeta y ensayista español. Su obra poética, escrita mayoritariamente en francés, se inscribe dentro de la corriente surrealista. Archivero de profesión, comenzó su labor literaria en las revistas ultraístas “Grecia” y “Cervantes”, donde en 1919 publicó sus primeros versos. Posteriormente militó en las filas del creacionismo animado por el fundador del movimiento, Vicente Huidobro. En 1926 se trasladó a París y fundó junto con César Vallejo la revista “Favorables París Poema”, cuyo primer número incluía un manifiesto de carácter surrealista escrito por él. A partir de ese momento decidió adoptar el francés como idioma poético para, una vez rotos los vínculos con la lengua materna, alcanzar la máxima libertad creativa de acuerdo con los ideales del movimiento.
En 1930 Larrea dejó de escribir poesía y viajó a Perú con objeto de estudiar las culturas precolombinas. Su producción fue prácticamente ignorada en España, aunque Gerardo Diego tradujo e incluyó varios de sus poemas en la revista “Carmen” y en su Antología (en sus ediciones de 1932 y 1934) dedicada a la Generación del 27. También gracias a Gerardo Diego apareció en México Oscuro dominio (1935), sucinto volumen de prosa y verso. No obstante, su obra lírica completa no fue publicada en español hasta 1970, con el título de Versión celeste.
Y ahora, una selección personal de sus versos:
ALBA DE NO ENTENDER NADA
El horizonte salta a los ojos de su amor
arrastrando consigo la esperanza de sobrevivirse
en este olvido sonrosado de carne y de sí mismo
se está lejos de ser puro
en mi vida te veo
desleída inasible
los brazos se buscan los brazos se alargan
imaginarios
desde una a otra orilla de la llama
Quisieran matarme
pensando volver a verte
no hallarían de ti más que la esperanza de estar desnudo
EL CORAZÓN VIENE A ENCALLARSE EN SU FORMA HABITUAL
La transparencia viaja a lo largo de sus brazos
la transparencia prolonga una vida sin amargura
es en el lecho de su lago
un pedazo de ella misma de ella misma rodeada
centellear de las sombras alud inimitable
el ámbar desnudo de la vida ya no ofrece resistencia
(Una mirada nos separa
un día hermoso nos enluta
porque edificas tu casa
con todo lo que de mí mismo ignoro)
Traducción del francés de Carlos Barral
EL MAR EN PERSONA
He aquí el mar alzado en un abrir y cerrar de ojos de pastor
He aquí el mar sin sueño como un gran miedo de tréboles en flor
y en postura de tierra sumisa al parecer
Ya se van con sus lanas de evidencia su nube y su labor
A la sombra de un olmo nunca hay tiempo que perder
Crédula exquisita la oscuridad sale a mi encuentro
Mi frente abriga la corteza del pan que llevo adentro
cortado a pico sobre un pájaro inseguro
Y así me alejo bajo la acción del piano
que me cose a las plantas precursoras del mar
Un ciervo de otoño baja a lamer la luna de tu mano
Y ahora a mi orilla el mundo se empieza a desnudar
para morirse de árboles al fondo de mis ojos.
Mis cabellos se llenan de peces de penumbra
y de esqueletos de navíos forzosos
Sin ir más lejos
tú eres fría como el hacha que derriba el silencio
en la lucha entre el paisaje y su golpe de vista
Mas cuando el cielo exporta sus célebres pianistas
y la lluvia el olor de mi persona
cómo tu hermoso corazón se traiciona
ESPINAS CUANDO NIEVA
Suéñame suéñame aprisa estrella de tierra
cultivada por mis párpados cógeme por mis asas de sombra
alócame de alas de mármol ardiendo estrella estrella entre mis cenizas
Poder poder al fin hallar bajo mi sonrisa la estatua
de una tarde de sol los gestos a flor de agua
los ojos a flor de invierno
Tú que en la alcoba del viento estás velando
la inocencia de depender de la hermosura volandera
que se traiciona en el ardor con que las hojas se vuelven hacia el pecho mas débil
Tú que asumes luz y abismo al borde esta carne
que cae hasta mis pies como una viveza herida
Tú que en selvas de error andas perdida
Supón que en mi silencio vive una oscura rosa sin salida y sin lucha
RAZÓN
Sucesión de sonidos elocuentes movidos a resplandor, poema
es esto
y esto
y esto
Y esto que llega a mí en calidad de inocencia hoy,
que existe
porque existo
y porque el mundo existe
y porque los tres podemos dejar correctamente de existir.
#poesía #literatura #Juan Larrea
Este "apartamiento" -espiritual pero también geográfico- llegó a tal punto -no lo sabía- que se puso en duda la existencia real de Juan Larrea. He aquí las palabras de desmentido, de reivindicación del poeta real, que escribió su amigo Gerardo Diego, de quien algunos lo consideraron un apócrifo: